lunes, 21 de mayo de 2012

Colaboración

El estudiante Magdiel González de la Inter Metro y estudiante de la Dra. Nereidín Feliciano quizo compartir con nosotros una entrevista que le hiciera a su papá en enero de 2012 en torno a su familia y el ambiente político que le tocó vivir.  He aquí su trabajo:

En esta asignación especial para mi clase de Civilizaciones Occidentales, decidí conversar con mi padre, el cual me expresó sus recuerdos sobre diferentes temas. Comenzando con una explicación de cómo fueron sus abuelos y su padre, y luego pasó a su infancia y sus años de adultez. Comentó bastantes detalles sobre cómo era el gobierno y la política en sus tiempos.
Martín Barrio Stahl vino de Madrid, era médico, dentista, y partero, y junto con Luisa Malavé Doll de las Islas Canarias, vinieron a Puerto Rico y formaron una familia de diez hijos y luego adoptaron siete niños vecinos que quedaron huérfanos en el pueblo de Ciales. Durante la Gran Depresión ellos estaban encargados en el pueblo de Ciales de administrar los alimentos. En su casa siempre cocinaban y repartían alimentos para los que necesitaban. Eran bien queridos por la gente por su dedicación. La casa en la que vivían era de tres pisos y la gente le decía “El Capitolio”. El atendía a la gente y les brindaba servicio médico, aunque no tuvieran para pagarle. Estos son mis bisabuelos por parte de padre.
Mi padre nació en Manatí. Su tío mayor trabajaba en el hospital de Manatí en aquel momento. Vivieron en Ciales hasta que él tenía 7 años. Se tuvieron que mudar de Ciales hacia Bayamón por la persecución política en el pueblo de Ciales por los ideales nacionalistas de mi abuelo. El era maestro y trabajador social y se pasaba por los campos de Ciales, llevándole ropa a la gente y hablándoles de los ideales nacionalistas. Al Ciales ser un pueblo pequeño, la gente casi toda se conocían y a causa de su activismo nacionalista empezó a sentir opresión y rechazo y decide sacar a su familia de ese ambiente para que no sufrieran. A algunos niños no los dejaban compartir con mi padre porque su padre era nacionalista. Se trasladan a Bayamón a probar suerte en aquel entonces, ya que era un pueblo mucho más grande que Ciales. Estando en Bayamón fue maestro de estudios sociales y español en la escuela Juan Ramón Jiménez. Posteriormente terminó trabajando en la Penitenciaria Estatal como maestro, trabajador social y bibliotecario. Entraba a trabajar a las siete de la mañana y salía a las siete de la noche, cinco días a la semana. Así estuvo trabajando por más de treinta años para dar sustento a su familia.
En este momento de la conversación yo pregunté si él recuerda diferencias entre la vida en Ciales y Bayamón. Sí, se sentía una diferencia bien marcada. Al Ciales ser un pueblo pequeño todo el mundo se conocía y si tu papá pertenecía a tal o cual partido pues había diferentes bandos, como los hay ahora, pero que la gente se identificaba bien fuertemente en aquel entonces. El tu ser independentista, socialista, nacionalista o algo así, marcaba fuertemente a tu familia. En todos lados eras marcado, marginado y rechazado. En los trabajos, no había trabajo para ti ni para tu familia. Al Bayamón ser más grande, la gente no estaba tan pendiente a qué partido pertenecías o de qué religión eras. Entonces realmente se sentía más libertad en esa forma. Aunque seguía habiendo política, a la gente no se les identificaba tanto políticamente. Con el tiempo y con los cantazos que fue cogiendo, aprendió a ser más reservado y cuidadoso con lo que decía y dónde lo decía. Además, de que estuvo trabajando por tanto tiempo en la penitenciaría, que era prácticamente como si estuviera preso.
Luego yo pregunté sobre los políticos de aquella época en comparación con los de ahora. Los políticos de antes tenían más palabra y mucha más credibilidad que los de hoy día. Realmente era gente de palabra, comprometida con sus ideales y con lo que deseaban hacer. No estaban por el bienestar económico que pudieran obtener ni el prestigio ni nada de eso. Querían tratar de arreglar, y de lograr sacar lo mejor de esta tierra para el beneficio de sus generaciones. Desgraciadamente todos esos valores y principios se han perdido. Por lo general eran gente educada y muy bien preparada y el resto de la gente los respetaba. Hoy en día los políticos son títeres puestos ahí.
Seguido, pregunté sobre cómo era el ambiente en la Universidad de Puerto Rico para su época (los 70). El ambiente era bien fuerte, en términos de protestas, mucho más fuerte que ahora. Era bien militante, los jóvenes todos bien comprometidos con sus ideales. Bien fervorosos en lo que hacían. También había persecución por parte de la policía. Todo el que fuera asociado con ideales independentistas era perseguido. Los estudiantes eran bien oprimidos por los policías.
Luis Muñoz Marín fue el gobernador hasta que mis padres estuvieron en escuela intermedia. Luego vino Sánchez Vilella del Partido Popular, por un cuatrienio. Un problema que tuvo Sánchez Vilella fue que se enamoró de una de sus asistentes, llamada Jeanette Ramos, que era hija de Ernesto Ramos Antonini. En las próximas elecciones los populares trataron de poner a Negrón López, que era un abogado que nadie quería (según la percepción de mi padre). De hecho, fue el mismo Luis Muñoz Marín quien lo “puso” ahí. A Negrón López le decían 315 porque se rumoraba que era un bolitero (en realidad no lo era). En esas elecciones, don Luis A. Ferré, quien había aspirado a la gobernación anteriormente por el Partido Estadista Republicano, se desligó del mismo y estableció el Partido Nuevo Progresista, con el cual ganó las elecciones de 1968. Duró cuatro años como Gobernador de Puerto Rico.
Era un hombre serio y un político muy bien respetado. Era un individuo muy culto y fue el fundador del Museo de Arte de Ponce. Realmente fue un hombre que fue querido por todo el mundo. El único problema fue que al crear ese partido mucha de la gente que entró por ahí no tenía los mismos valores y principios que él. El deseo de servirle al pueblo de Puerto Rico era lo que lo movía a él, pero gran parte de la gente que estaba detrás de él, no era eso. A esta gente lo que los movía era tratar de enriquecerse en poco tiempo, adquirir dinero y poder. Esa gente fue la que los llevó a perder en las elecciones contra Rafael Hernández Colón.
Hernández Colón era un personaje nuevo que también sale de Ponce y estuvo un cuatrienio en el poder, al perder en las próximas elecciones contra Romero Barceló. Durante la gobernación de Romero Barceló es que sucede lo del Cerro Maravilla, en donde la Policía de Puerto Rico mata a dos jóvenes independentistas. Salió también al descubierto durante este tiempo que la Policía de Puerto Rico estaba preparando carpetas de personas asociadas con el movimiento independentista y el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ordenó que se detuviera este tipo de actividad anticonstitucional por parte de la policía y se le devolviera a todas esas personas esas carpetas. A causa del incidente del Cerro Maravilla, se llevan a cabo una serie de juicios que fueron televisados, en los cuales se acusaron a varios policías por encubrimiento y a otros por asesinato. Aunque nunca se logró vincular directamente a Romero Barceló con estos asesinatos, el sentir del pueblo puertorriqueño fue que el que estaba detrás de todo esto era él. Luego de ocho años, en 1984 perdió las elecciones ante Hernández Colón, quien estuvo en el poder por ocho años más.

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